Según
las encuestas del CIS (Centro de Investigación Sociológico), la clase
política ocupa el Tercer lugar entre los principales problemas de la Sociedad
Genérica, ocupando un puesto preponderante la corrupción y el fraude fiscal,
que acampa a sus anchas por todo el territorio español.
La
clase política no muestra ningún atisbo de querer revertir la espiral
devaluatoria que se está produciendo en su contra, empeñándose cada vez más en
luchar con todas sus armas (éticas y no tan éticas) por alcanzar el “Poder de mando”,
sin inmutarse siquiera por la progresiva disminución de “Autoridad” por parte
de los representantes que finalmente alcanzan el “Poder”, lo que está
ocasionando una mayor cuota de “Autoritarismo” en nuestro funcionamiento, lo
cual es contrario a los principios democráticos.
La
clase política de hoy en día, cada vez más alejada de la ciudadanía, en el
funcionamiento y desarrollo de su importantísima actividad para procurar un
Estado de bienestar, se encuentra atrapada en el juego de intereses
particulares por encima del bien común... aunque en su dialéctica cotidiana
siempre expresan lo contrario.
En toda ocasión que se
expresan los distintos miembros de la clase política, acaban reprochándose unos
a otros (de un partido y otro), el ser culpables de la situación, y el
recriminarse que no piensan en los intereses generales de la Nación, amén de
señalar al contrario como el responsable de que no se alcance un acuerdo de
Estado que nos permita salir antes de la crisis económica.
Pero después de todo
este rifi-rafe del “tú más”, la realidad es que todas las medidas tomadas por
las distintas fuerzas políticas para solucionar la crisis, van dirigidas al
recorte de los Derechos de los ciudadanos de a pie…nunca se ponen de ejemplo a
seguir en los recortes, como si ellos pertenecieran a otra Sociedad.
Debemos corregir la espiral
creciente que se está tornando en nuestro comportamiento “democrático”, en cuyo
sistema de funcionamiento cada vez con mayor nitidez se va imponiendo un “lenguaje
dinamitador”, en claro perjuicio de la aplicación de un “lenguaje dinamizador”...
No hay comentarios:
Publicar un comentario