Entiendo que JESÚS fue concebido como: un SER DIVINO en el Noventa
y Cinco por ciento particular y personal, y como SER HUMANO en un Cinco por
ciento común a todos los humanos.
Por tanto, Jesús en su concepción es de:
Naturaleza Divina en el 95% de su personalidad: Santo Espíritu.
Naturaleza Humana en el 5% restante; con una parte de Hombre, y
otra parte, de Macho.
Debido a ello, Jesús en calidad de ser humano no fue perfecto,
como lo prueba la parábola de la higuera, a la cual mandó que se secase para
siempre, al contrariarse por encontrarla sin fruto cuando se acercó porque
tenía hambre, aunque no fuese el tiempo natural para ello.
Reaccionó dando prioridad a su personalidad humana, pues como ser
divino tenía la posibilidad de hacer que la higuera se llenase de fruto y
pudiesen comer.
Entiendo que Jesús no nos pide
que seamos perfectos en nuestra vida particular y personal, sino que intentemos
parecerlo, reduciendo los errores o la imperfección a la mínima expresión.
Jesús basa su ministerio para enseñarnos el camino hacia el Árbol
de la Vida, en un Gran Mandamiento, que a su vez se divide en dos: Amar a Dios
sobre todas las cosas; y, Amar al prójimo como a ti mismo.
Amar es sentir Satisfacción; La satisfacción la proporciona el
cariño y la amistad; El cariño y la amistad generan sensaciones y emociones
comunes que al compartirlas produce satisfacción; y la satisfacción te hace
Amar.
La dificultad del ser humano para conseguir amar al prójimo como
a sí mismo, se encuentra en conjugar de forma equilibrada, las sensaciones y
emociones particulares y comunes o las públicas y privadas.
Como conclusión, decir que “cualquiera, pues, que quiera ser amigo
del mundo, se constituye enemigo de Dios; y para ser amigo de Dios, debe querer
ser amigo de sus semejantes”.
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