miércoles, 2 de enero de 2013

El Amor de Pareja: Referente angular





Para la teoría triangular de la pareja, la intimidad, la complicidad y el compromiso equivale a Amor + Amistad. Esto lo defino, como el estado enamoradizo, en el que uno/a se siente enamorado/a de otra persona.
En la relación, se debe reivindicar y luchar por el Cinco por ciento de particularidad de cada uno, lo que se conoce cuando nos referimos a: espacio, intimidad, privacidad,  particularidad, parcela, etc.; respetándose de forma equitativa todo lo concerniente al Noventa y Cinco por ciento común a ambos miembros de la pareja.
 La clave para avanzar en la aplicación de este baremo porcentual de emociones y sensaciones particulares y comunes, es la Sinceridad y la Honestidad.
En la convivencia, si tu pareja hace algo que te haya podido molestar no debes callártelo para evitar desavenencias, es preferible comentar lo ocurrido para que no vuelva a suceder.
Por otro lado, debe evitarse los reproches, los comentarios ofensivos y, sobre todo, no intentar sacar a relucir temas desagradables que pertenecen al pasado... igualmente tendrás que modificar tu conducta personal en la misma medida, para que la relación pueda transcurrir de forma equitativa.
También decirte que el apego afectivo estanca el crecimiento personal y deteriora la relación.
Una relación no debe convertirse en “esclavitud”, sino por el contrario debe proporcionar un medio donde las personas puedan dar y recibir amor, y respetar el disfrute de su particularidad.
No hay ninguna obligación en la relación de pareja de contarse todo lo que se sepa, pero sí se tiene la obligación de nunca mentir sobre lo que se cuenta.
La dificultad no está en decir “tu verdad” al otro, la dificultad real está en saber escuchar “la verdad” de la otra parte. Por ello, hay que tener paciencia y tranquilidad, pues al final, después de una conversación sincera... se llega a coincidir en el noventa y cinco por ciento de las cuestiones.

Para disfrutar de una eficaz solidez en la relación de pareja, debe definirse con la máxima claridad meridiana posible, la particularidad de cada miembro individual, y el resto corresponderá a  todo lo concerniente a la relación de pareja, que debe ser respetado y hacerse respetar, por ambas partes de igual forma.


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