martes, 15 de enero de 2013

La mentira piadosa: Infección generalizada

 



Debía ser la excepción que confirmase la regla en la actividad laboral, pero el ser masculino empezó a utilizarla de forma habitual en pro de “mayores ingresos económicos”, sin reparar en si eran “mejores beneficios personales”, y con el paso del tiempo la fue introduciendo en las relaciones familiares, camuflada  por los “detalles” materiales que se tenía con los miembros de la familia para compensar la no atención personal que le debía prestar, alegando siempre el encontrarse habitualmente “demasiado ocupado” y con muchas “obligaciones profesionales”, eludiendo toda responsabilidad particular  de sus actos ante sus referentes personales.
Con la incorporación posterior del sexo femenino a la actividad laboral, las consecuencias de la “mentira piadosa”, a la que me referiré como “virus”, se fueron agrandando poco a poco, hasta el punto de que al día de hoy la gran mayoría de los miembros de mi sociedad, tiene su “ordenador cerebral“  totalmente infectado, lo que le está produciendo unos enormes quebraderos de cabeza.
Transcurridas varias legislaturas del periodo democrático, a principios de los años 90, llega a nuestro sistema de convivencia los adelantos tecnológicos creados por el cerebro humano, con el fin de agilizar el “tiempo”: la telefonía móvil e internet, principalmente.
Ya para esas fechas se había introducido plenamente en nuestro lenguaje de comunicación, la mentira y el engaño, aconsejándote incluso la gente que te adaptaras al mismo, porque ¡la sociedad era así!… y había que amoldarse para prosperar.
Es necesario recuperar la Sinceridad en la comunicación, primeramente de forma individual y particular en nuestro entorno privado, y posteriormente, introducirla en nuestro comportamiento común de forma cotidiana... progresemos en este camino poco a poco.
Mi opinión sobre el ser humano de la sociedad que me ha tocado conocer, es que éste con tanta reivindicación sobre la “individualidad”, hoy en día apoyada por tantos avances tecnológicos  en las comunicaciones, se ha confiado en su “gran memoria cerebral”  y le ha introducido en su sistema el juego de la “mentira piadosa” pensando que podría controlar a ésta.
La grave consecuencia que  se padece por la mentira piadosa, es que alguien que siente desarraigo familiar, añoranza por la amistad, deficientes relaciones laborales, complicaciones con el sexo opuesto... ¿qué emociones y sensaciones puede compartir normalmente?

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