jueves, 18 de abril de 2013

Mientras más se gana; menos se paga a Hacienda


Es alucinante comprobar como funciona nuestro sistema democrático, en el cual se puede ver claramente como las personas que más éxito económico tienen, aprovechan los resquicios legales que deja la interpretación de las leyes para pagar lo menos posible a la Hacienda... estirando la legalidad hasta incurrir en la ilegalidad.
Esta codicia por el dinero, hace que el presidente de la CEOE manifieste públicamente ser partidario de la "ingienería fiscal" para aprovechar la interpretación de las leyes y obtener los mayores beneficios económicos posibles, en respuesta a la utilización de los paraísos fiscales por parte de las grandes empresarios españoles para tener  depositado su dinero.
Como en el "caso Gurtel" se habla de "ingienería financiera" para colar al Tribunal de Cuentas,  el movimiento de dinero producido por actos irregulares que incumplen las leyes establecidas, alegando además que se realizan por "sentido común".
Como las personas que ganan muchísimo dinero con sus actividades lícitas, aprovechan el espíritu de las SICAP para defraudar el objeto de las mismas, alegando que serían estúpidas si no hicieran uso de ellas para pagar lo menos posible, aunque rozando la ilegalidad e introduciéndose de lleno en la inmoralidad. 
Como en la cuestión de la corrupción política se expresa la injusticia de generalizar a todos los políticos como corruptos, alegándose que la gran mayoría son personas honestas, y a continuación se manifiestan reprochando las actuaciones irregulares de los miembros de  un partido contrario, con la mayor agresividad verbal posible, mientras a su vez apoyan y defienden con uñas y dientes la honorabilidad y honestidad de las personas de su propio partido imputadas por supuestos delitos de corrupción.
Y los culpables de la degradación social que se vive hoy en día en nuestro país, es de la gente que sale a la calle a pedir Justicia, porque son unos... que no respetan la legitimidad que concede las urnas.
Aunque es cierto que la mayoría de los políticos son personas honradas y honestas en su proceder, no es menos cierto, que la mayoría de los políticos que ocupan cargos públicos con influencia económica evidente, cometen actos irregulares cogidos a la legalidad con alfileres y algunos comparten relación de amistad con personas de dudoso comportamiento. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario