Es claro y evidente que los distintos periodistas que regularmente participa en los debates o tertulias de contenido político, están alimentando la "erupción volcánica", que se está produciendo en nuestra sociedad, con sus opiniones o manifestaciones personales sobre los temas tratados, amén de la agresividad verbal en defensa de las mismas.
Se pierde toda la objetividad profesional, en la defensa o ataque de los políticos sobre los que se habla, según la ideología personal del periodista.
Te pones enfermo frente al televisor viendo como discrepan airadamente sobre las cuestiones de corrupción que están en la palestra, no alcanzándose nunca un acuerdo general porque se expresan opiniones antagónicas por una misma persona, según el político o acto presuntamente delictivo cometido.
Hay una guerra dialéctica interesada sobre la legalidad judicial y la legalidad social, para acusar o justificar, las palabras o hechos confirmados.
Con respecto a las fotos de Feijoo junto a Dorado, lo realmente importante es el "video mental" que se reproduce en la conciencia de cualquier ser humano que las observa.
La persona pública debe afrontar con total valentía que ha mantenido una relación de amistad temporal, en la que se ha visto beneficiado en prebendas personales momentáneas, sin haber infringido con ello la legalidad vigente.
Si se niega una relación particular con una persona... es que no se tiene la conciencia tranquila para afrontar la misma.
La clase periodística debe hacer una reflexión sobre la "erupción volcánica" con una perspectiva de más altura, y dejar de alimentar la misma defendiendo contra viento y marea los intereses particulares.
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