Germen de la corrupción económica

Si echamos la vista atrás y hacemos un recorrido desde el inicio del periodo democrático hasta los días de hoy, podemos observar que el germen de la corrupción económico que sufrimos en nuestra sociedad se produce por la "manga ancha" que se les ofrece constitucionalmente a las instituciones públicas para poder conceder subvenciones dinerarias a los distintos colectivos políticos, sociales, religiosos o de cualquier índole, sin capacidad instrumental suficiente para intervenir en el control del destino del dinero entregado.

Una vez recibido el dinero público, los estamentos beneficiados o favorecidos gestionan el importe de la subvención como si fuera dinero particular y propio con la sensación de que no tienen por qué dar explicación a nadie de lo que hacen o a qué destinan el mismo, quedando todo control en la simple presunción de honestidad de los representantes... ¡Y así nos va!