domingo, 30 de diciembre de 2012

Actualidad social cotidiana




La consecuencia más evidente y palpable de la grave degradación en el funcionamiento del sistema democrático (debido a nuestro comportamiento social),  que con tanta ilusión y esperanza fue aceptado mayoritariamente por la población española, con la aprobación de la Constitución en vigor, es que los pilares básicos para su crecimiento y desarrollo se encuentran actualmente muy debilitados: las inter-relaciones  afectivas y respetuosas entre familiares, amigos, compañeros y conocidos.

A nadie se le esconde, que las tonterías y complicaciones más visibles hoy en día, son: discutir con muchísimo ardor, hablar por los codos, meter las narices en todos los conflictos aunque no le vengan a cuento, defenderse airadamente sin contemplación alguna, no querer escuchar a nadie que no le dé la razón, criticar todo lo que se mueve, y pretender que todos bailen al son del propio humor que uno marca.

Por todo ello, las tensiones, los intereses encontrados y los conflictos personales parecen inevitables, y cada vez más, afloran con mucha mayor frecuencia las peleas verbales y las agresiones físicas para dirimir estas cuestiones discrepantes entre los miembros de mi sociedad cotidiana canaria y  de la sociedad española en general.

Debido a la forma particular que hemos tenido en la aplicación de los principios democráticos de Libertad, Igualdad y Justicia, tomándonos Derechos a espaldas de nuestros referentes, hoy en día nos encontramos con que las dos clases de reacciones que tenemos generalmente con los prontos personales cuando nos sentimos tocado, atacado o contrariado son: reaccionar violentamente con toda clase de reproches (atacar) o dejar plantad@ a la otra persona sin más explicaciones (huir).  

No hay comentarios:

Publicar un comentario