lunes, 31 de diciembre de 2012

Actualidad social de la Familia Compañeros




Con la llegada del sistema democrático, este pilar social se ha visto seriamente afectado en sus entrañas, pues si bien durante la etapa franquista el tejido productivo estaba concentrado en el sector primario y en la industria y gran empresa, cuya propiedad se encontraba en manos de grupos familiares consanguíneos, cuyos intereses particulares estaban muy protegidos por el Estado al no permitir excesiva competitividad entre las empresas ni entre sus trabajadores, y poner innumerables trabas burocráticas a las empresas extranjeras para entrar en el mercado de consumo interno, los empleados permanecían durante muchos años en la misma empresa, casi comenzando y acabando su vida laboral en ésta, lo que hacía que se considerasen una familia laboral, con un total respeto y entrega a sus patronos.
Con la implantación del sistema capitalista (libertad comercial total sin trabas) que produjo el desembarco masivo en nuestro mercado de las grandes multinacionales del sector servicio, con una gran expansión de la competitividad comercial, revolucionando el mercado laboral imponiendo un nuevo modelo de funcionamiento entre los compañeros de trabajo, fue debilitando las inter-relaciones personales entre los mismos, porque estas perjudicaban a los intereses particulares de las empresas… según entendían los miembros de sus cúpulas ejecutivas.
Esto ha producido que el sentimiento familiar por pertenecer durante mucho tiempo a una misma empresa, esté casi extinguido hoy en día,  quedando únicamente el ánimo particular por salvar el puesto de trabajo a costa de lo que sea, mirando exclusivamente la defensa de sus intereses personales…empobreciéndose la cotidianidad de la familia laboral.

Actualidad social de la Familia Amigos




Este pilar esencial en el funcionamiento de la sociedad, que tuvo un fortalecimiento muy grande durante la etapa final del régimen franquista y principios de la etapa democrática actual, debido a los ánimos comunes de mejora y progreso personal, con el crecimiento económico y material tan importante experimentado con el  paso de los años hasta el batacazo sufrido por la crisis financiera, se ha visto seriamente dañado en las relaciones amistosas, pues anteriormente los considerados amigos juntaban el dinero que tenían en el momento para irse de fiesta y se lo pasaban estupendamente a nivel individual y colectivo, y hoy en día, cuando no tienes dinero prefieres quedarte en casa porque en las reuniones pareces un repudiado y te sientes señalado como un “colgaera”, viéndote particularmente como una persona con  muy poco valor.
Desgraciadamente entre los miembros de este pilar, la crisis económica no ha devenido en una mejora de las relaciones amistosas, más bien todo lo contrario, porque cada vez es más evidente la poca colaboración para hacer partícipe de las fiestas a quien no tiene posibilidades… si no tienes dinero para aportar en los gastos, te dejan al margen de las reuniones festivas.
En el funcionamiento de este pilar, cada vez es más notorio y frecuente la utilización del sistema “escotex”, en el que cada uno consume lo que se puede pagar, o paga de forma individual lo que consume, y si no tienes dinero te quedas mirando como lo hacen los demás… pero eso sí, aceptando con mucha naturalidad la situación.

Actualidad de la Familia Consanguínea




Este pilar básico en cualquier sociedad humana, con la llegada del sistema democrático, que trajo consigo el “matrimonio político” entre el Estado y el Pueblo español, regida sus bases por el contrato constitucional, el cual vino acompañado por un “maná económico” producto de la gran inversión extranjera en nuestro país, así como la importantísima ayuda venida de los fondos europeos, y la implantación del sistema capitalista (libertad comercial total sin trabas), se ha visto seriamente afectado de forma negativa, pues los valores más importantes en su crecimiento y desarrollo, como son la sinceridad (el valor de la palabra dada) y el cariño y afecto entre sus miembros, fueron quedándose desplazados o sustituidos por el valor del dinero y los obsequios materiales para compensar la disminución de aquellos.

Hemos vivido una etapa democrática, volcados casi exclusivamente en la idea de obtener el máximo dinero posible, como símbolo de progreso y bienestar, no prestando la debida atención a la devaluación paulatina del valor de la palabra, que con tanto énfasis nos enseñaban los mayores para ser una persona de bien, ni tampoco a la alarmante disminución en la producción de cariño y afecto particular, sustituyéndola por emociones y sensaciones fugaces, producidas por los bienes materiales.

Con este panorama del aumento de la superficialidad sentimental en la sociedad, las inter-relaciones entre los distintos miembros de la familia, cada vez se han ido enfriándo en la intensidad y escaseando en la cantidad,  produciéndose los encuentros normalmente por motivos excepcionales, bien fuese para celebrar un acontecimiento festivo, como un cumpleaños, bautizo o boda, o bien por compartir un hecho luctuoso, como puede ser el fallecimiento de uno de sus miembros referentes, o una graves desgracia accidental.

Sin embargo, como no hay mal que por bien no venga, con la aparición de la gran crisis financiera a nivel mundial, y en nuestra sociedad de forma particular, en la que los bienes materiales se han devaluado enormemente y que muchísima gente se ha tenido que desprender de las joyas con oro a un precio muy inferior al pagado por ellas, produciendo una mayor humildad personal,  hoy en día se ha revalorizado de manera importante las inter-relaciones familiares con una mayor sencillez, consiguiéndose una estabilidad emocional más equilibrada al sentir la protección de la familia, permitiendo ver en la distancia una luz de esperanza para la mejoría.







domingo, 30 de diciembre de 2012

Expectativa real: la revolución personal pendiente



Hace ya unos cuantos años, un reconocido filósofo español de mucho prestigio dijo que, “el acontecimiento social más importante del siglo XX producido en nuestra sociedad, la revolución más profunda y poderosa, fue la incorporación de la mujer a la vida pública, al trabajo, a la política”.

Hoy en día, transcurridos más de 30 años de la etapa democrática, opino personalmente, que para reconducir la situación creada en estos momentos, es necesario que se produzca la revolución individual del ser masculino y del ser femenino, independientemente del sexo pero juntos en los objetivos comunes, para conseguir una mayor equidad en la aplicación de los principios básicos en los que se cimenta la Constitución: Libertad, Igualdad y Justicia.


En mi opinión, quienes deben comenzar esta revolución son aquellas personas comprendidas entre los 45 y 60 años de edad, pues en los inicios de la Democracia estábamos considerados “la reserva espiritual de Europa”… y hoy en día, el gran problema de nuestra sociedad española es ¡la falta de CREDIBILIDAD personal¡.


Aprovechando el ambiente actual de  tanta manifestación como consecuencia de los recortes económicos aplicados al Estado de Bienestar, reclamemos masivamente  RECORTES: en el cinismo, la hipocresía, la manipulación y la demagogia en las cuestiones o inter-relaciones “políticamente correctas”, empezando por un@ mism@.

En cuanto a la Ley de libertad religiosa, recogida en la Constitución, apliquemos el espíritu de la misma con una mayor equidad adaptada a los tiempos de hoy, dejando al margen las tradiciones, obligaciones y privilegios religiosos de etapas anteriores, teniendo más en cuenta el Gran Mandamiento: “Amar a Dios sobre todas las cosas; y Amar al prójimo como a ti mismo”.

Actualidad social cotidiana




La consecuencia más evidente y palpable de la grave degradación en el funcionamiento del sistema democrático (debido a nuestro comportamiento social),  que con tanta ilusión y esperanza fue aceptado mayoritariamente por la población española, con la aprobación de la Constitución en vigor, es que los pilares básicos para su crecimiento y desarrollo se encuentran actualmente muy debilitados: las inter-relaciones  afectivas y respetuosas entre familiares, amigos, compañeros y conocidos.

A nadie se le esconde, que las tonterías y complicaciones más visibles hoy en día, son: discutir con muchísimo ardor, hablar por los codos, meter las narices en todos los conflictos aunque no le vengan a cuento, defenderse airadamente sin contemplación alguna, no querer escuchar a nadie que no le dé la razón, criticar todo lo que se mueve, y pretender que todos bailen al son del propio humor que uno marca.

Por todo ello, las tensiones, los intereses encontrados y los conflictos personales parecen inevitables, y cada vez más, afloran con mucha mayor frecuencia las peleas verbales y las agresiones físicas para dirimir estas cuestiones discrepantes entre los miembros de mi sociedad cotidiana canaria y  de la sociedad española en general.

Debido a la forma particular que hemos tenido en la aplicación de los principios democráticos de Libertad, Igualdad y Justicia, tomándonos Derechos a espaldas de nuestros referentes, hoy en día nos encontramos con que las dos clases de reacciones que tenemos generalmente con los prontos personales cuando nos sentimos tocado, atacado o contrariado son: reaccionar violentamente con toda clase de reproches (atacar) o dejar plantad@ a la otra persona sin más explicaciones (huir).